Dibujamos hasta que cerró el Museo y el guardia de seguridad nos pidió que nos fuéramos.
Después buscamos un bar con aire acondicionado para seguir dibujando. Cecilia llevó una caja de lápices acuarelables de dos pisos, llenamos la mesa de materiales.
Comimos medialunas que tenían gusto a salame.
Comimos medialunas que tenían gusto a salame.
No hay comentarios:
Publicar un comentario